Bizcocho de manzana ^Popular

La elaboración del bizcocho de manzana es bastante sencilla. Necesitamos un recipiente para horno en el que haremos el bizcocho y los siguientes ingredientes: 3 manzanas, 1 sobre de levadura, 1 limón, 300 g de harina, 200 g de azúcar, 200 g de mantequilla, 4 huevos y 4 cucharadas de mermelada de albaricoque para decorarlo.
Primeramente lavaremos bien el limón ya que vamos a utilizar su piel. Rallamos la cáscara y la retiramos a un plato. Con el resto del limón hacemos un zumo.
Por otra parte, pelamos las tres manzanas y las cortamos en láminas finas. Las ponemos en una bandeja grande (de manera que no queden una encima de otra) y las regamos con el jugo o zumo del limón. Reservamos las manzanas en un plato.
En un cuenco, reblandecemos los 200 g de mantequilla junto a los 300 g de azúcar. Removemos bien hasta que queda una masa homogénea. Añadimos los huevos de uno en uno, batiendo la masa todo el rato. Posteriormente, agregamos la harina y la levadura, mezclando todos los ingredientes. Por último echamos la ralladura de la piel de limón que habíamos retirado a un plato anteriormente.
Es el momento de preparar el molde, para ello, cogemos mantequilla y la restregamos por la base y laterales del molde. Después echamos un poco de harina por el molde y quitamos la restante. Este proceso podemos hacerlo también con pan rallado o en vez de mantequilla engrasarlo con aceite.
Vertemos la masa dentro del molde y ponemos las láminas de manzana por encima.
Precalentamos el horno a 200ºC e introducimos el molde, cociendo la masa durante 30 minutos aproximadamente. Cuando veamos que la masa está dorada por encima, bajamos la temperatura.
Mientras se hace la masa del bizcocho de manzana, preparamos la mermelada. En un cazo calentamos la mermelada de albaricoque al baño María, removiendo de vez en cuando.
Sacamos el bizcocho del horno y con un pincel restregamos la mermelada por encima del mismo. Lo introducimos de nuevo en el horno durante 10 minutos.
Para comprobar que el bizcocho está hecho, lo pinchamos con un palillo o cuchillo. Si sale limpio es que no está crudo por dentro, de lo contrario, lo dejamos unos minutos en el horno.
Una vez el bizcocho está listo, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar para desmoldarlo posteriormente. Es importante que esté frio ya que de lo contrario se va a deshacer al sacarlo.