La receta del salmón marinado es sencilla pero laboriosa, ya que nos llevará dos días su elaboración. Primeramente, cortamos el salmón en dos filetes. Retiramos las espinas con ayuda de unas pinzas (apretamos el salmón con cuidado para que las espinas sobresalgan), sin quitarle la piel. Reservamos el salmón en un plato. En un bol, preparamos el marinado. Vertemos los 750 gramos de sal gorda y los 750 gramos de azúcar, mezclándolo bien y echando, si lo deseamos, un poco de pimienta negra.En una fuente amplia, echamos parte de la mezcla marinada, esparciéndola bien por toda la base. Colocamos sobre ella los dos lomos de salmón por la parte de la piel. A continuación, tapamos el salmón con el resto de la marinada, y lo cubrimos con papel transparente. Ponemos algo que pese encima y lo guardamos en el frigorífico durante 48 horas. Cuando han pasado 24 horas, sacamos la fuente del frigorífico y desenterramos el salmón. Le damos la vuelta, lo colocamos sobre la fuente y lo volvemos a introducir en la nevera. De ésta manera, quedará marinado por ambos lados por igual.Pasadas las 48 horas, sacamos la fuente y pasamos por agua los filetes de salmón, quitándole la mezcla de sal y azúcar que tengan por encima. Los secamos por completo con papel de cocina y los guardamos en un envase que cierre bien.Cuando pasen unas horas, podemos servir el salmón marinado a nuestro gusto. Una de las maneras que podemos servir este plato, es la siguiente: cortamos una barra de pan en rodajas no muy gruesas y las tostamos. Sobre la tostada, colocamos una loncha de salmón y vertemos sobre ella una emulsión de aceite de oliva con limón, o si lo preferimos, un trozo de queso con una nuez sobre ella.